Formando valores en la escuela

INTRODUCCIÓN
Cada jornada de observación y práctica en las escuelas primarias me trae nuevas experiencias y aprendizajes. Es por eso, que en el desarrollo de este ensayo doy a conocer experiencias en las cuales se ha propiciado la formación de valores. Para eso planteo las siguientes preguntas: ¿en que momento de las ceremonias cívicas se propicia la formación de valores?, ¿y dentro de la organización de la actividades recreativas y sociales? Y por último ¿Qué debo de hacer como maestra para propiciar que un acto cívico o social en la escuela sea formativo para los niños?

DESARROLLO
De acuerdo con las experiencias que he tenido en las diversas escuelas a las que he asistido, las ceremonias cívicas se llevan a cabo siempre con un gran respeto, tanto del grupo de niños que dirigen la ceremonia, como de los otros grupos, del personal docente que labora dentro del plantel y padres de familia que están en ese momento. Desde el momento en que el maestro(a) pregunta a sus alumnos sobre quien quiere participar en la ceremonia cívica propicia un buen momento para la formación de valores; por ejemplo, los niños ejercen su derecho de participar o no ejerciendo la libertad al elegir, al utilizar el diálogo con su maestro y compañeros como medio para ponerse de acuerdo sobre el papel con el que van a participar cada uno y al cumplir con lo acordado practican el respeto y la responsabilidad. Mientras que, los niños de los otros grupos llegan puntuales para hacer los honores y participan en ellos con respeto.

Al momento de organizar actividades sociales y recreativas la formación de valores esta presente y sin descanso. Toda actividad lleva una planeación previa, y si todos los comprometidos cumplen en todos los aspectos acordados se ejerce con éxito dicha formación. Teniendo siempre presente al “diálogo como instrumento organizativo”1

Todo acto cívico o social en la escuela puede ser formativo para los niños. Esto tiene que ver en como los niños ven dichas actividades. Algunos las pueden ver como algo aburrido, sin sentido y como consecuencia de esto, sin respeto alguno, mientras que con otros pasa todo lo contrario. Considero que el maestro influye mucho en esto porque debe de platicar con sus alumnos sobre el fin que persiguen las distintas actividades. Yo como maestra considero importante eso, porque cuando las personas no saben el porqué de las cosas las realizan sin interés alguno.

1En La escuela como comunidad democrática (1989), p.170.

FINAL
Como conclusión obtengo que todo momento es bueno para propiciar la formación de valores, solamente hay que identificar dicho momentos. Esta es una tarea que no solo se debe de llevar a cabo durante la clase de Formación Cívica y Ética, sino como parte fundamental para una buena convivencia dentro de la escuela, como fuera de la misma.

BIBLIOGRAFÍA

Puig Rovira, Joseph Ma. y Miquel Martínez Martín (1989), “La escuela como comunidad democrática”, en Educación Moral y democracia, Barcelona, Laertes (Pedagogía, 62), pp. 167-171.